viernes, 31 de diciembre de 2010

UN BUEN DECÁLOGO PARA EMPEZAR EL AÑO


1.                Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente el día, sin querer resolver el problema de mi vida en un momento.

2.                 Sólo por hoy tendré el máximo de cuidado de mi aspecto: cortés en las maneras, no criticaré a nadie y no pretenderé mejorar a nadie sino a mí mismo

3.                 Sólo por hoy seré feliz en la certeza de que he sido creado para la felicidad, no sólo en el otro mundo, sino en éste también.

4.                 Sólo por hoy me adaptaré a las circunstancias, sin pretender que las circunstancias se adapten a mis deseos.

5.                 Sólo por hoy dedicaré diez minutos de mi tiempo a una buena lectura; recordando que, como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, así la buena lectura es necesaria par la vida del alma.

6.                 Sólo por hoy haré una buena acción y no lo diré a nadie.

7.                 Sólo por hoy haré por lo menos una cosa que no deseo hacer, y si me sintiera ofendido en mis sentimientos procuraré que nadie se entere.

8.                 Sólo por hoy me haré un programa detallado; quizá no lo cumpliré detalladamente, pero lo redactaré. Y me guardaré de dos calamidades: la prisa y la indecisión.

9.                 Sólo por hoy creeré firmemente- aunque las circunstancias demuestren lo contrario- que la buena providencia de Dios se ocupa de mí como si nadie existiera en el mundo.

10.             Sólo por hoy no tendré temores. De manera particular no tendré miedos de gozar de lo que es bello y de creer en la bondad.

(  JUAN XXIII)

Mensaje de Benedicto XVI para la Jornada Mundial de la Paz de 2011: «La libertad religiosa, camino para la paz»


«La libertad religiosa, camino para la paz», es el mensaje de Benedicto XVI para la Jornada Mundial de la Paz de 2011.

«Al comienzo de un nuevo año deseo hacer llegar a todos mi felicitación; es un deseo de serenidad y de prosperidad, pero sobre todo de paz», escribe el Papa en la introducción de su Mensaje, señalando que «el año que termina también ha estado marcado lamentablemente por persecuciones, discriminaciones, por terribles actos de violencia y de intolerancia religiosa».

En particular en la querida tierra de Irak, que en su camino hacia la deseada estabilidad y reconciliación sigue siendo escenario de violencias y atentados. Vienen a la memoria los recientes sufrimientos de la comunidad cristiana, y de modo especial el vil ataque contra la catedral sirio-católica Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, de Bagdad, en la que el 31 de octubre pasado fueron asesinados dos sacerdotes y más de cincuenta fieles, mientras estaban reunidos para la celebración de la Santa Misa. Así como otros ataques y violencias. 

Con su cercanía y la de toda la Iglesia, expresada concretamente en la Asamblea Especial para Oriente Medio del Sínodo de los Obispos, el Papa agradece a los Gobiernos que se esfuerzan por aliviar los sufrimientos de estos hermanos en humanidad, e invita a los Católicos a rezar por sus hermanos en la fe, que sufren violencias e intolerancias, y a ser solidarios con ellos. 

Benedicto XVI escribe en este contexto, que siente muy viva la necesidad de compartir «algunas reflexiones sobre la libertad religiosa, camino para la paz. En efecto, se puede constatar con dolor que en algunas regiones del mundo la profesión y expresión de la propia religión comporta un riesgo para la vida y la libertad personal. En otras regiones, se dan formas más silenciosas y sofisticadas de prejuicio y de oposición hacia los creyentes y los símbolos religiosos». 

Constatando dolorosamente que «los cristianos son actualmente el grupo religioso que sufre el mayor número de persecuciones a causa de su fe. Muchos sufren cada día ofensas y viven frecuentemente con miedo por su búsqueda de la verdad, su fe en Jesucristo y por su sincero llamamiento a que se reconozca la libertad religiosa», Benedicto XVI afirma que «todo esto no se puede aceptar, porque constituye una ofensa a Dios y a la dignidad humana; además es una amenaza a la seguridad y a la paz, e impide la realización de un auténtico desarrollo humano integral». 

Tras recordar que «la libertad religiosa se expresa la especificidad de la persona humana, por la que puede ordenar la propia vida personal y social a Dios, a cuya luz se comprende plenamente la identidad, el sentido y el fin de la persona» y que «negar o limitar de manera arbitraria esa libertad, significa cultivar una visión reductiva de la persona humana, oscurecer el papel público de la religión; significa generar una sociedad injusta, que no se ajusta a la verdadera naturaleza de la persona humana; significa hacer imposible la afirmación de una paz auténtica y estable para toda la familia humana», el Santo Padre concluye la introducción de este mensaje con una exhortación «a los hombres y mujeres de buena voluntad a renovar su compromiso por la construcción de un mundo en el que todos puedan profesar libremente su religión o su fe, y vivir su amor a Dios con todo el corazón, con toda el alma y con toda la mente (cf. Mt 22, 37)». 

Sentimiento que inspira y guía todo el Mensaje del Papa para la XLIV Jornada Mundial de la Paz, dedicado al tema: La libertad religiosa, camino para la paz. El documento pontificio reflexiona sobre los temas del Derecho sagrado a la vida y a una vida espiritual; Libertad religiosa y respeto recíproco; La familia, escuela de libertad y de paz; La libertad religiosa como patrimonio común; La dimensión pública de la religión; La libertad religiosa, fuerza de libertad y de civilización: los peligros de su instrumentalización - «para enmascarar intereses ocultos, como por ejemplo la subversión del orden constituido, la acumulación de recursos o la retención del poder por parte de un grupo, puede provocar daños enormes a la sociedad»- . 

En este tema, Benedicto XVI destaca que «el fanatismo, el fundamentalismo, las prácticas contrarias a la dignidad humana, nunca se pueden justificar y mucho menos si se realizan en nombre de la religión. La profesión de una religión no se puede instrumentalizar ni imponer por la fuerza. Es necesario, entonces, que los Estados y las diferentes comunidades humanas no olviden nunca que la libertad religiosa es condición para la búsqueda de la verdad y que la verdad no se impone con la violencia sino por «la fuerza de la misma verdad». En este sentido, la religión es una fuerza positiva y promotora de la construcción de la sociedad civil y política».

El Santo Padre reflexiona luego sobre la libertad religiosa como cuestión de justicia y de civilización y escribe que «el fundamentalismo y la hostilidad contra los creyentes comprometen la laicidad positiva de los Estados. La misma determinación con la que se condenan todas las formas de fanatismo y fundamentalismo religioso ha de animar la oposición a todas las formas de hostilidad contra la religión, que limitan el papel público de los creyentes en la vida civil y política. No se ha de olvidar que el fundamentalismo religioso y el laicismo son formas especulares y extremas de rechazo del legítimo pluralismo y del principio de laicidad. En efecto, ambos absolutizan una visión reductiva y parcial de la persona humana, favoreciendo, en el primer caso, formas de integrismo religioso y, en el segundo, de racionalismo». 

También entre los temas destacados el Papa subraya el Diálogo entre instituciones civiles y religiosas; Vivir en el amor y en la verdad; El diálogo como búsqueda en común – en el que recuerda que «en el año 2011 se cumplirá el 25 aniversario de la Jornada mundial de oración por la paz, que fue convocada en Asís por el Venerable Juan Pablo II, en 1986». Ocasión en que «los líderes de las grandes religiones del mundo testimoniaron que las religiones son un factor de unión y de paz, no de división y de conflicto. El recuerdo de aquella experiencia – destaca Benedicto XVI - es un motivo de esperanza en un futuro en el que todos los creyentes se sientan y sean auténticos trabajadores por la justicia y la paz.

El denso Mensaje de Benedicto XVI prosigue reflexionando sobre temas como Verdad moral en la política y en la diplomacia; Más allá del odio y el prejuicio; La libertad religiosa en el mundo; La libertad religiosa, camino para la paz. Y concluye reiterando que «el mundo tiene necesidad de Dios. Tiene necesidad de valores éticos y espirituales, universales y compartidos, y la religión puede contribuir de manera preciosa a su búsqueda, para la construcción de un orden social justo y pacífico, a nivel nacional e internacional».

«Como enseña el Siervo de Dios Pablo VI, a cuya sabiduría y clarividencia se debe la institución de la Jornada Mundial de la Paz: ‘Ante todo, hay que dar a la Paz otras armas que no sean las destinadas a matar y a exterminar a la humanidad. Son necesarias, sobre todo, las armas morales, que den fuerza y prestigio al derecho internacional; primeramente, la de observar los pactos’». 

Tras afirmar que «la libertad religiosa es un arma auténtica de la paz, con una misión histórica y profética. En efecto, ella valoriza y hace fructificar las más profundas cualidades y potencialidades de la persona humana, capaces de cambiar y mejorar el mundo. Ella permite alimentar la esperanza en un futuro de justicia y paz, también ante las graves injusticias y miserias materiales y morales», el Mensaje que Benedicto XVI ha firmado en el Vaticano, el 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción de María, de 2010, termina deseando que «todos los hombres y las sociedades, en todos los ámbitos y ángulos de la Tierra, puedan experimentar pronto la libertad religiosa, camino para la paz».


Fuente: Radio Vaticano 
Texto completo del Mensaje en: http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/messages/peace/documents/hf_ben-xvi_mes_20101208_xliv-world-day-peace_sp.html

lunes, 27 de diciembre de 2010

sábado, 18 de diciembre de 2010

Cuento de Navidad

Era la noche de Navidad. Un ángel se apareció a una familia rica y le dijo a la dueña de la casa: 
- Te traigo una buena noticia: esta noche el Señor Jesús vendrá a visitarte a tu casa.
La señora quedó entusiasmada: Nunca había creído posible que en su casa sucediese este milagro. Trató de preparar una cena excelente para recibir a Jesús. Encargó pollos, conservas y vino importados.

De repente sonó el timbre. Era una mujer mal vestida, de rostro sufrido, con el vientre hinchado por un embarazo muy adelantado.
- Señora, ¿no tendría algún trabajo para darme? Estoy embarazada y tengo mucha necesidad del trabajo.
-¿Pero esta es hora de molestar? Vuelva otro día, respondió la dueña de la casa. Ahora estoy ocupada con la cena para una importante visita.

Poco después, un hombre, sucio de grasa, llamó a la puerta.
- Señora, mi camión se ha arruinado aquí en la esquina. ¿Por casualidad no tendría usted una caja de herramientas que me pueda prestar?
La señora, ocupada como estaba limpiando los vasos de cristal y los platos de porcelana, se irritó mucho:
- ¿Usted piensa que mi casa es un taller mecánico? ¿Dónde se ha visto importunar a la gente así?. Por favor, no ensucie mi entrada con esos pies inmundos.

La anfitriona siguió preparando la cena: abrió latas de caviar, puso champaña en el refrigerador, escogió de la bodega los mejores vinod, preparó unos coctelitos.
Mientras tanto alguien afuera batió las palmas. Será que ahora llega Jesús, pensó ella emocionada y con el corazón acelerado fue a abrir la puerta. Pero no era Jesús. Era un niño harapiento de la calle.
- Señora, deme un plato de comida.
-¿Cómo te voy a dar comida si todavía no hemos cenado? Vuelve mañana, porque esta noche estoy muy atareada.

Al final, la cena estaba ya lista. Toda la familia emocionada esperaba la ilustre visita. Sin embargo, pasaban las horas y Jesús no parecía. Cansados de esperar empezaron a tomar los coctelitos, que al poco tiempo comenzaron a hacer efecto en los estómagos vacíos y el sueño hizo olvidar los pollos y los platos preparados.

A la mañana siguiente, al despertar, la señora se encontró , con gran espanto frente a un ángel.
- ¿Un ángel puede mentir? Gritó ella. Lo preparé todo con esmero, aguardé toda la noche y Jesús no apareció. ¿Por qué me hizo esta broma?
- No fui yo quien mentí, fue usted la que no tuvo ojos para ver, dijo ángel. Jesús estuvo aquí tres veces, en la persona de la mujer embarazada, en la persona del camionero y en el niño hambriento. Pero usted no fue capaz de reconocerlo y de acogerlo.

(Frei Betto, A Comunidad de fe. Catecismo popular, Sao Pulo, 1989)

LA NAVIDAD NOS INVITA A VIVIR COMO HERMANOS


Próximos a la celebración de la Navidad, que es un tiempo de paz y esperanza para nuestro pueblo, recordamos que Dios en Jesús de Nazareth, se hizo uno de nosotros y eligió el camino de la pequeñez y la pobreza.

Los acontecimientos de estos últimos días han puesto en los corazones de millones de argentinos, la evidencia de serios problemas que manifiestan signos de fragmentación social: la persistencia de la pobreza e inequidad, la dificultad para el diálogo, la violencia y la agresión, el desprecio a los migrantes. Esta situación se presta a diversas manipulaciones que hieren en lo profundo la dignidad humana y acrecientan aún más la injusticia.

Se hace patente el drama de la falta de una vivienda digna, como también de gente que vive y duerme en las calles. A esto se suma la preocupante situación en varias regiones del país, de comunidades aborígenes y campesinas que son desplazadas de sus lugares de trabajo y subsistencia, y terminan engrosando los cordones de pobreza de varias ciudades.

Como hombres de fe, queremos hacer un llamado a todos los argentinos y hermanos de otros países que habitan nuestro suelo:
1. El reconocimiento de Dios como lo hicieron nuestros Constituyentes es la garantía y la base sobre la que se construye nuestra sociedad. La invocación a Dios como Padre nos ayuda a respetarnos y amarnos como hermanos.
2. Reafirmemos el derecho primario a la vida, como a la integridad física y moral de toda persona.
3. Recuperemos la vigencia y el sentido de los valores morales como fundamento de la convivencia social.
4. Trabajemos por la dignidad humana, para erradicar la pobreza y promover el desarrollo integral.
5. Renovemos el compromiso por el bien común y el fortalecimiento del Estado y las Instituciones de la República. Como hemos afirmado tantas veces, sólo el diálogo sincero es el camino que nos aleja del enfrentamiento y la violencia.

En la Navidad del Bicentenario recemos al Niño Jesús que nació en una familia pobre y sin lugar entre las casas de Belén.

157º Reunión de Comisión Permanente
Buenos Aires, 14 de diciembre de 2010

El ángel de la bicicleta

Claudio Lepratti nació el 27 de Febrero de 1966 en Concepción del Uruguay, Provincia de Entre Ríos. Entre 1983 y 1985 estudió Derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional del Litoral como alumno libre. Durante estos mismos años Claudio se desempeñó como cooperador salesiano. En 1986 ingresa como seminarista en el Instituto Salesiano "Ceferino Namucurá" de la localidad de Funes  y elige la carrera religiosa de "hermano coadjutor". 

Cinco años mas tarde, abandona el seminario y se radica definitivamente en la ciudad de Rosario. Su primer domicilio es en el Barrio Ludueña donde empieza a participar activamente en las organizaciones de base durante más de treinta años vino promoviendo el Padre Edgardo Montaldo, el referente religioso, social y ético que encontró Pocho Lepratti en su búsqueda de llevar al terreno de las realidades su opción por los pobres.

Pocho entre otras tantas actividades, participó y promovió la formación de una veintena de grupos de niños y jovenes de las barriadas de Rosario.
Entre los grupos que creó y coordinó en el barrio Ludueña se encuentran la Coordinadora Juvenil de la Vicaria Corazón del Barrio Ludueña. La Vagancia (este fue el primer grupo que formó). Los Gatos, Los Pelos Duros, Grupo San Cayetano, Los Piqueteros de Lourdes LPDL, Los Ropes, y La Murga de los Trapos, agrupación que surgió por la iniciativa de la Vagancia.

Colaboró en la multiplicación de Talleres en los barrios, en el marco de los cuales, se formaron grupos de mujeres y jóvenes en temáticas como prevención de salud, y tareas como la producción de jabón, fabricación de hornos y desarrollo de comedores comunitarios, etc.
Ideó junto a los adolescentes y jóvenes del barrio, los periódicos LA NOTA y LA NOTITA, los cuales eran realizados por los propios pibes a través de la participación en talleres de comunicación popular.

Integró la pastoral juvenil, y en su esfuerzo por formarse y compartir las experiencias de organización y lucha popular, participó en un centenar de encuentros nacionales en internacionales como los Seminarios de Formación Tecnológica, los cuales se realizan habitualmente cada año. 

En su actividad gremial fue delegado de Base, congresal provincial de ATE, y congresal de la CTA. Claudio militó y acompañó activamente la organización de la lucha en solidaridad con los trabajadores en conflicto a trabes de movilizaciones, instalación de capas de protesta, huelgas, etc.
Trabajó en el Centro Crecer Nº19 y dando clases en la escuela Luisa Mora de Olguin, de barrio Ludueña, Trabajó también en la Cocina Centralizada de Rosario desde fines de 1992 hasta diciembre de 1996, luego pasó a desempeñarse como personal no docente de comedores escolares en la Escuela 756 del barrio Las Flores, hasta el día en que lo asesinaron.

El miércoles 19 de diciembre, harto de que la policía dispare contra pibes y mujeres, se subió a la terraza de la escuela Nro. 756 del Barrio Las Flores, donde colaboraba con la preparación de la comida. Intentó parar la represión, pero un policía del móvil Nº 2270 del comando radioeléctrico de Rosario disparó directamente contra el cuerpo de Pocho. La bala de plomo se alojó en la traquea y lo mató, llevándose a un militante de la vida y a una persona que luchaba día a día por cambiar las podredumbres de este mundo.

( extraido de ¡Pocho Vive! - Biblioteca Popular Pocho Lepratti - Rosario http://www.lapocholepratti.com.ar/sobrePocho.php )

lunes, 6 de diciembre de 2010

8 de diciembre: Inmaculada Concepción de la Virgen María

"El sueño de Dios"
por Mamerto Menapace, publicado en "Esperando el sol, reflexiones de Adviento y Navidad" Editorial Patria Grande

Fue allá en los tiempos eternos. En una de esas mateadas de amanecer en el seno mismo de la Santísima Trinidad. Porque hay que saber que en Dios también existe una vida íntima. Dicen que es un diálogo entre el Tata, el Hijo y el Espíritu Santo. De eso nada sabríamos, si no fuera porque el Hijo, cuando vivió entre nosotros, nos lo reveló.

Bueno: en una de esas conversaciones que Dios tiene consigo mismo, Tata Dios comentaba medio entristecido:
-¡Mal la veo, che! Mala tos le siento al gato. Fijate que creamos al hombre para que fuera feliz en la tierra, obedeciendo a nuestra palabra. Y resulta que el hombre y la mujer, mal anoticiados por Mandinga, prefirieron hacerle caso a él, y agarraron nomás por mal camino. De nada sirvió echarlos del paraíso. No comprendieron ni se corrigieron. Les mandamos el diluvio, y de entre los pocos que se salvaron, volvió a renacer la mala semilla. Los desparramamos en la torre de Babel... y nada, sino peor. Ya no sé que hacer. No puedo seguir castigándolos. Pareciera que aunque vean clarito la buena senda, no tienen la fuerza para seguirla. ¡Qué hacer! ¿A quién enviaré?

Parece que entonces, el Espíritu Santo le inspiró al Hijo la respuesta:
-¡Ofrecete Vos, Che! Ofrecete Vos.
Y el Hijo, inspirado por el Espíritu, se puso a disposición del Tata para lo que se ofreciera:
-¡Aquí estoy para hacer su voluntad! ¡Envíeme!
Y, como cuentan los ancianos, de esta manera nació lo que llamaron la economía de la salvación. Es decir, el proyecto por el cual el Tata mandó a la tierra a su Hijo para que cumpliera plenamente su voluntad y nos la enseñara también a nosotros. Y no sólo eso: sino que llegara, por obediencia, a dar su propia vida para que nosotros tuviéramos la gracia y la fuerza para seguir la buena senda que nos devolviera a la casa paterna. De ese lugar de vida de donde nos habíamos apartado por la desobediencia.

Pero el Verbo de Dios le pidió a su Tata un regalo. Quiso poder elegirse y prepararse a su propia madre. Nadie de nosotros puede pretender esto. Pero el Hijo de Dios, sí.
Y como venía a luchar contra el pecado, quiso vencerlo de entrada en la que debía ser su madre. En previsión de los méritos, él nos conseguiría con su misterio Pascual, la preservó de todo el pecado desde el momento mismo de su concepción.

Por eso María nació pura y limpia desde el principio. Sin mancha de pecado. Hasta ella no llegaría el contagio que Adán y Eva nos habían agarrado allá debajo del árbol, cuando desobedecieron a Dios. Ella quedó preservada de aquella herida, gracias a la obediencia de Jesucristo, el nuevo Adán, que venciera a Mandinga en el árbol de la cruz.

¡Lindo regalo el del Hijo para su madre! De lo que a nosotros nos vendría a curar, ella la preservó. La hizo llena de gracia. Evidentemente, el Tata la estaba prefiriendo entre todas las mujeres, porque su vientre sería el lugar donde habría de nacer el fruto bendito que nos daría la salud a todos.

Pero esta preferencia de Dios no significó para María el que todo le iba a resultar fácil y simple. Más vale lo contrario. A la planta que el jardinero ama, es a la que más poda. Y lo hace para que dé más fruto. Y que su fruto sea el mejor.

Origen del Pesebre: la Navidad de Greccio celebrada por San Francisco de Asís (1223)

Digno de recuerdo y de celebrarlo con piadosa memoria es lo que hizo Francisco tres años antes de su gloriosa muerte, cerca de Greccio, el día de la natividad de nuestro Señor Jesucristo. Vivía en aquella comarca un hombre, de nombre Juan, de buena fama y de mejor tenor de vida, a quien el bienaventurado Francisco amaba con amor singular, pues, siendo de noble familia y muy honorable, despreciaba la nobleza de la sangre y aspiraba a la nobleza del espíritu. 

Unos quince días antes de la navidad del Señor, el bienaventurado Francisco le llamó, como solía hacerlo con frecuencia, y le dijo: «Si quieres que celebremos en Greccio esta fiesta del Señor, date prisa en ir allá y prepara prontamente lo que te voy a indicar. Deseo celebrar la memoria del niño que nació en Belén y quiero contemplar de alguna manera con mis ojos lo que sufrió en su invalidez de niño, cómo fue reclinado en el pesebre y cómo fue colocado sobre heno entre el buey y el asno». En oyendo esto el hombre bueno y fiel, corrió presto y preparó en el lugar señalado cuanto el Santo le había indicado.

Llegó el día, día de alegría, de exultación. Se citó a hermanos de muchos lugares; hombres y mujeres de la comarca, rebosando de gozo, prepararon, según sus posibilidades, cirios y teas para iluminar aquella noche que, con su estrella centelleante, iluminó todos los días y años. Llegó, en fin, el santo de Dios y, viendo que todas las cosas estaban dispuestas, las contempló y se alegró. Se prepara el pesebre, se trae el heno y se colocan el buey y el asno. Allí la simplicidad recibe honor, la pobreza es ensalzada, se valora la humildad, y Greccio se convierte en una nueva Belén. La noche resplandece como el día, noche placentera para los hombres y para los animales.

 Llega la gente, y, ante el nuevo misterio, saborean nuevos gozos. La selva resuena de voces y las rocas responden a los himnos de júbilo. Cantan los hermanos las alabanzas del Señor y toda la noche transcurre entre cantos de alegría. El santo de Dios está de pie ante el pesebre, desbordándose en suspiros, traspasado de piedad, derretido en inefable gozo. Se celebra el rito solemne de la misa sobre el pesebre y el sacerdote goza de singular consolación (...)

Se conserva el heno colocado sobre el pesebre, para que, como el Señor multiplicó su santa misericordia, por su medio se curen jumentos y otros animales. Y así sucedió en efecto: muchos animales de la región circunvecina que sufrían diversas enfermedades, comiendo de este heno, curaron de sus dolencias. Más aún, mujeres con partos largos y dolorosos, colocando encima de ellas un poco de heno, dan a luz felizmente. Y lo mismo acaece con personas de ambos sexos: con tal medio obtienen la curación de diversos males.

Presentación al gobernador de la propuesta educativa en el ex liceo militar


Mesa del Diálogo con el gobernador de Santa FeEl gobernador Hermes Binner participó de la reunión organizada por la Mesa del Diálogo Santafesino que se realizó el pasado 30 de noviembre en la sede de la Bolsa de Comercio de Santa Fe, en la ciudad capital.

Durante el encuentro también estuvieron presentes el arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo; los ministros de Desarrollo Social y de Innovación y Cultura, Pablo Farías y María de los Ángeles González, respectivamente; y el síndico titular de la entidad anfitriona, Melchor Amor Arranz, entre otros.

Según informó El Litoral en su edición digital, el mandatario provincial coincidió con los representantes de este espacio que nuclea a distintas instituciones de la sociedad santafesina en que “sólo a través de la educación es posible la inclusión social de los sectores más postergados”, y esta cuestión fue el eje central sobre el que se desarrolló el encuentro.

La Mesa del Diálogo Santafesino planteó al gobierno provincial la posibilidad de que el predio del ex Liceo Militar, emplazado en la localidad de Recreo, sea aprovechado para la realización de actividades educativas, deportivas, culturales y de capacitación laboral, entre otras, orientadas a niños y adolescentes en situación de riesgo social.

El gobernador, por su parte, manifestó su compromiso de “analizar la propuesta con mucha atención” ya que, según dijo, “los nuevos espacios tienen que sumar desde la diversidad, es decir, no servir a un solo fin sino brindar la oportunidad de que los ciudadanos se integren y los niños puedan estar más cerca de sus familias y ser incluidos socialmente”.+
 
AICA -

miércoles, 1 de diciembre de 2010

RETIRO DE ADVIENTO

Oración de Benedicto XVI al inicio del "año de la vida"



"Señor Jesús, que fielmente visitas y colmas con tu presencia la Iglesia y la Historia de los hombres; que en el admirable Sacramento de tu Cuerpo y de tu Sangre nos haces partícipes de la Vida divina y nos haces pregustar la alegría de la Vida eterna; te adoramos y te bendecimos. 

Postrados ante Tí, fuente y amante de la vida realmente presente y vivo entre nosotros, te suplicamos. 

Despierta en nosotros el respeto por toda vida humana naciente, haciéndonos capaces de apreciar en el fruto del vientre materno la admirable obra del Creador, dispón nuestros corazones a la generosa acogida de todo niño ante la vida.

Bendice a las familias, santifica la unión de los esposos, haz fecundo su amor. 

Acompaña con la luz de tu Espíritu las decisiones de las asambleas legislativas, para que los pueblos y las naciones reconozcan y respeten la sacralidad de la vida, de toda vida humana. 

Guía la obra de los científicos y médicos, para que el progreso contribuya al bien integral de la persona y ninguno padezca supresión e injusticia. 

Obsequia caridad creativa a los administradores y economistas, para que sepan intuir y promover condiciones suficientes para que las jóvenes familias puedan serenamente abrirse al nacimiento de nuevos hijos. 

Consuela a las parejas de esposos que sufren a causa de la imposibilidad de tener hijos, y en tu bondad provee.

Educa a todos a cuidar a niños huérfanos abandonados, para que puedan experimentar el calor de tu Caridad, el consuelo de tu Corazón divino. 

Con María, tu Madre, la gran creyente, en cuyo vientre has asumido nuestra naturaleza humana, esperamos de Ti, nuestro único verdadero Bien y Salvador, la fuerza de amar y servir a la vida, en espera de vivir siempre en Ti, en la comunión de la Santa Trinidad. Amén "


Versión publicada por ACI prensa