Próximos a la celebración de la Navidad, que es un tiempo de paz y esperanza para nuestro pueblo, recordamos que Dios en Jesús de Nazareth, se hizo uno de nosotros y eligió el camino de la pequeñez y la pobreza.
Los acontecimientos de estos últimos días han puesto en los corazones de millones de argentinos, la evidencia de serios problemas que manifiestan signos de fragmentación social: la persistencia de la pobreza e inequidad, la dificultad para el diálogo, la violencia y la agresión, el desprecio a los migrantes. Esta situación se presta a diversas manipulaciones que hieren en lo profundo la dignidad humana y acrecientan aún más la injusticia.
Se hace patente el drama de la falta de una vivienda digna, como también de gente que vive y duerme en las calles. A esto se suma la preocupante situación en varias regiones del país, de comunidades aborígenes y campesinas que son desplazadas de sus lugares de trabajo y subsistencia, y terminan engrosando los cordones de pobreza de varias ciudades.
Como hombres de fe, queremos hacer un llamado a todos los argentinos y hermanos de otros países que habitan nuestro suelo:
1. El reconocimiento de Dios como lo hicieron nuestros Constituyentes es la garantía y la base sobre la que se construye nuestra sociedad. La invocación a Dios como Padre nos ayuda a respetarnos y amarnos como hermanos.
2. Reafirmemos el derecho primario a la vida, como a la integridad física y moral de toda persona.
3. Recuperemos la vigencia y el sentido de los valores morales como fundamento de la convivencia social.
4. Trabajemos por la dignidad humana, para erradicar la pobreza y promover el desarrollo integral.
5. Renovemos el compromiso por el bien común y el fortalecimiento del Estado y las Instituciones de la República. Como hemos afirmado tantas veces, sólo el diálogo sincero es el camino que nos aleja del enfrentamiento y la violencia.
En la Navidad del Bicentenario recemos al Niño Jesús que nació en una familia pobre y sin lugar entre las casas de Belén.
157º Reunión de Comisión Permanente
Buenos Aires, 14 de diciembre de 2010
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