viernes, 1 de octubre de 2010

ESPECIAL: Mes de las Misiones 1

En la Iglesia Católica el mes de octubre es el Mes de las Misiones.  A  lo largo de  este mes queremos reflexionar juntos a partir de las enseñanzas del Evangelio y de los documentos de la Iglesia, especialmente del Documento de Aparecida,  para  redescubrir que la Misión – relación con el otro para compartir la fe en Cristo- es fundamental en la identidad cristiana. 


1-      DISCÍPULOS Y MISIONEROS DE JESUCRISTO”

En la Vª Conferencia del Episcopado de Latinoamérica, reunida en Aparecida, se nos recuerda que la Iglesia es la comunidad de los “discípulos misioneros”:

La Iglesia tiene la gran tarea de custodiar y alimentar la fe del pueblo de Dios, y recordar también a los fieles de este continente que, en virtud de su bautismo, están llamados a ser discípulos y misioneros de Jesucristo. Esto conlleva seguirlo, vivir en intimidad con Él, imitar su ejemplo y dar testimonio. Todo bautizado recibe de Cristo, como los Apóstoles, el mandato de la misión: “Id por todo el mundo y proclamad la buena nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará” (Mc 16, 15). Pues ser discípulos y misioneros de Jesucristo y buscar la vida “en Él”  supone estar profundamente enraizados en Él…

Discipulado y misión son como las dos caras de una misma medalla: cuando el discípulo está enamorado de Cristo, no puede dejar de anunciar al mundo que sólo Él nos salva (cf. Hch 4, 12). En efecto, el discípulo sabe que sin Cristo no hay luz, no hay esperanza, no hay amor, no hay futuro” (Benedicto XVI, Discurso Inaugural de Aparecida, 3)

Conforme a lo anterirmente expresado por el Papa, en resumidas palabras, Monseñor Arancedo nos indica qué se nos propuso en Aparecida (Plan Pastoral Arquidiocesano, 15) :

a) Recordar a los fieles de este continente que, en virtud de su bautismo, están llamados a ser discípulos y misioneros de Jesucristo (cf. DA 10).

b) Repensar profundamente y relanzar con fidelidad y audacia la Misión de la Iglesia en las nuevas circunstancias latinoamericanas y mundiales (cf. DA 11).

c) Confirmar, renovar y revitalizar la novedad del Evangelio arraigada en nuestra historia, desde un encuentro personal y comunitario con Jesucristo, que suscite discípulos y misioneros (cf. DA 11).

d) Motivar a todos los creyentes a “recomenzar desde Cristo”, haciéndonos discípulos dóciles, para aprender de Él, en su seguimiento, la dignidad y plenitud de la vida (cf. DA 12, 41, 549).

e) Revitalizar nuestro modo de ser católico y nuestras opciones personales por el Señor (cf. DA 13).

f) Dar un nuevo impulso a la evangelización “… a fin de que estos pueblos sigan creciendo y madurando en su fe, para ser luz del mundo y testigos de Jesucristo con su propia vida” (DA 16).


Reflexión Final



• id y anunciad el evangelio... porque nadie debe quedar sin escucharlo

• id y anunciad el evangelio... porque a nadie se le puede negar este tesoro

• id y anunciad el evangelio... porque si gratis lo has recibido, gratis lo debes dar

• id y anunciad el evangelio... porque sus palabras son palabras de vida

• id y anunciad el evangelio... porque Dios te habla a través de la Palabra

• id y anunciad el evangelio... porque nunca se debe ocultar

• id y anunciad el evangelio... porque lo que es bueno para ti, con otros lo tienes que compartir

• id y anunciad el evangelio... porque Dios te necesita

• id y anunciad el evangelio... y yo estaré contigo hasta el final de los tiempos. Porque sin mí no puedes hacer nada; porque de mí te vendrá la fuerza para anunciarlo; porque tú solo no eres nada, pero conmigo lo eres todo.


Confía, confía en mí... Tú eres mi mensajero... Confía, confía

1 comentario:

  1. muy lindo el blog, ¡cuánta belleza derramada en él! Gracias a los que lo hacen posible

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.