lunes, 20 de septiembre de 2010

Cambiar yo para que cambie el mundo

El sufi Bayazi dice acerca de sí mismo:

"De joven yo era un revolucionario y mi oración consistía en decir a Dios: 'Señor, dame fuerzas para cambiar el mundo'.

A medida que fui haciéndome adulto y caí en la cuenta de que me había pasado media vida sin haber logrado cambiar a una sola alma, transformé mi oración y comencé a decir: 'Señor, dame la gracia de transformar a cuantos entran en contacto conmigo. Aunque sólo sea a mi familia y a mis amigos. Con eso me doy por satisfecho'.

Ahora, que soy un viejo y tengo los días contados, he empezado a comprender lo estúpido que he sido. Mi única oración es la siguiente: 'Señor, dame la gracia de cambiarme a mi mismo'

Si yo hubiera orado de este modo desde el principio, no habría malgastado mi vida."

Todo el mundo piensa en cambiar a la humanidad, casi nadie piensa en cambiarse a sí mismo. Empecemos por nosotros mismos, luego… el resto.

Anthony de Mello, "El canto del pájaro"


"La originalidad del mensaje cristiano no
consiste directamente en la
afirmación de la necesidad de un cambio de estructuras, sino en la insistencia en la conversión del hombre, que exige luego este cambio. No tendremos un continente nuevo sin nuevas y renovadas estructuras; sobre
todo, no habrá continente nuevo sin hombres nuevos, que a la luz del Evangelio sepan ser verdaderamente libres y responsables". Medellín, Justicia nº 3

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.