Entre las conclusiones preliminares que se difundieron este lunes se detectó que en las grandes ciudades como Rosario y Santa Fe predomina el trabajo infantil en actividades como las tareas domésticas, la venta ambulante, el reciclamiento de basura y en la prostitución. En tanto, el mismo informe indicó que en la región norte se registran niveles de participación infantil en la ganadería, en la cosecha de algodón y la fabricación artesanal de ladrillos, entre otras.
Esperamos que este informe que plasma lo que diariamente observamos en las esquinas de nuestra ciudad o cuando viajamos por las rutas provinciales, permita por un lado, el desarrollo de un programa estatal serio que elimine las vejaciones que sufren los niños y por otro lado, concientizar a la sociedad toda para que coadyuve a su prevención.
No existen argumentos válidos que puedan hacernos naturalizar esta explotación, por ello es imprescindible denunciar y tratar este tema: el silencio es el mejor aliado de la explotación infantil.
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